Cuando se interroga a un testigo o a un sospechoso, lo último que quiere un agente es preocuparse de si el sistema de monitorización de audio funciona correctamente.
Y por una buena razón: imagínese un interrogatorio de un testigo que arroje una confesión del tipo “pistola humeante” y que la grabación no se sostenga en el tribunal debido a las deficientes normas de recogida de pruebas o al audio crepitante de un equipo defectuoso.
Esta preocupación pone de relieve la historia de la policía de Chicago, un departamento policial con más de 12.244 agentes jurados encargados de mantener la paz en una ciudad de 2,7 millones de habitantes.
La policía de Chicago adopta la audiovigilancia
El problema inicial al que se enfrentaba la policía de Chicago no era nada extraordinario: Los retos operativos, como la afluencia desproporcionada de reclusos, son la preocupación de los departamentos de policía de las áreas metropolitanas de todo el país.
Para combatir este posible problema, la policía de Chicago ha diseñado un plan para modernizar todas sus instalaciones con equipos de control y vigilancia ampliados. Parte de este plan consistía en equipar las salas de interrogatorio y las salas de formación con equipos de audiovigilancia fiables.
Vigilancia sonora en la recogida de pruebas
La policía de Chicago recurrió a Miles Cowan, director de productos de TASER International, para mejorar sus sistemas de audio y vigilancia. Miles recomendó añadir el AOP-IPFX ( modelo actualizado AOP-530), un sistema de intercomunicación bidireccional capaz de grabar el audio preservando los derechos de los abogados.
Al implementar un interruptor de silencio, se honra la privacidad mientras se preserva la integridad de la grabación, especialmente elementos como la línea de tiempo relacional. (Nota: Para los que no están en el ámbito jurídico, la cronología relacional es un aspecto importante de las grabaciones de audio en los procesos judiciales).
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