Una solución sólida en materia de seguridad sanitaria

Resumen ejecutivo

Aunque la videovigilancia y el control de accesos se consideran el “pan de cada día” de las instalaciones de seguridad, un sistema convencional compuesto por uno de ellos o por ambos suele presentar lagunas en el conocimiento de la situación. Cuando se trata de diseñar sistemas integrales de seguridad sanitaria, la capacidad de oír puede ser tan importante como la de ver.

Por este motivo, los integradores están incorporando la tecnología de monitorización de audio a sus sistemas como una herramienta fundamental para sistemas de todas las formas y tamaños. En un entorno de seguridad, el sonido que acompaña al vídeo proporciona al personal de respuesta mucha más información y crea un mejor conocimiento de la situación. Piense en un guardia que vigila las cámaras de vídeo. Lo que ese guardia ve puede no coincidir con la situación sobre el terreno. Por ejemplo, ver a alguien corriendo sólo te dice un poco. Pero si esa persona grita de miedo mientras corre, el guardia sabe cuál es la mejor manera de responder.

Por ello, cada vez más integradores de sistemas utilizan el audio para optimizar los sistemas de videovigilancia de sus clientes. El mercado de la tecnología de monitorización de audio, un activo probado para los sistemas de seguridad, monitorización y vigilancia, ha experimentado un crecimiento constante durante la última década, ya que las nuevas aplicaciones de la tecnología han demostrado que el despliegue de audio agiliza tanto la seguridad como las operaciones comerciales cotidianas. Al igual que la videovigilancia, los dispositivos de monitorización de audio ofrecen al personal de seguridad y a los integradores muchas ventajas, desde la captura de pruebas críticas hasta la verificación de alarmas y la mejora de la respuesta en tiempo real.

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Más allá de la seguridad, el audio también ofrece a sectores como el comercio minorista, la educación y la sanidad un mejor conocimiento de la situación, la comunicación a distancia y la información analítica en tiempo real. Este libro blanco explora los amplios beneficios de la tecnología de monitorización de audio en el sector sanitario, incluida su utilidad para reforzar la eficacia de las soluciones de seguridad y protección sanitaria existentes y equipar al personal sanitario para la comunicación bidireccional y la monitorización de los pacientes, así como las mejores prácticas para añadir audio a los sistemas de vigilancia.

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Desafíos propios de la sanidad

Los centros sanitarios se enfrentan a toda una serie de retos en materia de seguridad y protección de la salud, como la violencia en el lugar de trabajo, la vigilancia de los pacientes, la seguridad del perímetro de las salas de urgencias y muchos otros. Especialmente a la luz de la pandemia de COVID-19, los problemas relacionados con los brotes epidémicos, el abrumador ingreso de pacientes y la escasez de suministros médicos han supuesto una grave carga para el personal sanitario, creando una necesidad acuciante de soluciones innovadoras.

El 75% de las casi 25.000 agresiones no mortales en el lugar de trabajo que se producen cada año en Estados Unidos tienen lugar en entornos sanitarios, según el American Journal of Managed Care.

Un informe de investigación realizado en San Francisco (California) descubrió que la mayoría de los incidentes violentos no se denunciaban porque “no había una amenaza continua”, según la Asociación Americana de Enfermeras de Cuidados Intensivos.

El coste medio de la rotación de una enfermera de cabecera es de 46.100 dólares, lo que cuesta a los hospitales entre 5,2 y 9,0 millones de dólares cada año, según el informe 2022 National Healthcare Retention and RN Staffing Report.

El problema de la violencia física contra el personal sanitario tiene raíces profundas. A pesar de la mayor concienciación en torno a este tema, los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos han señalado que el problema ha aumentado con el tiempo. De 2011 a 2018, los incidentes por cada 10.000 casi se duplicaron, pasando de 6,4 a 10,4. En 2021, el 31% de las enfermeras de los hospitales de Estados Unidos informaron de un aumento pequeño o significativo de la violencia en el lugar de trabajo.

Muchos sistemas de vigilancia están equipados para abordar la seguridad del perímetro y el control de acceso. Sin embargo, de cara al futuro, una de las lecciones más importantes aprendidas de la pandemia es la importancia de invertir en tecnologías de seguridad que también permitan la seguridad en el lugar de trabajo y los procedimientos de salud pública.

Las deficiencias de los sistemas de seguridad tradicionales

En cuanto a la seguridad, los sistemas tradicionales de videovigilancia por sí solos no pueden hacer frente a las elevadas exigencias que los centros sanitarios requieren hoy en día de sus sistemas de seguridad. En respuesta a la muerte de un paciente que no pudo entrar en una sala de Urgencias, debido a una puerta cerrada con llave, en 2021, Massachusetts aprobó una nueva legislación llamada “Ley de Laura”, destinada a establecer nuevas normas para mejorar el acceso a las Urgencias, incluyendo el requisito de señalización, iluminación, control de seguridad y botones de pánico fuera de las puertas cerradas del hospital. Esta ley cumple dos funciones: garantizar que las personas adecuadas tengan acceso y las personas equivocadas no. Los dispositivos de monitorización de audio abordan directamente estas dos funciones críticas.

El control de acceso protege a los pacientes, al personal y a los visitantes asegurando las entradas principales junto con muchos otros lugares de entrada alternativos. Las cámaras de vigilancia permiten al personal de seguridad asegurar visualmente todos los espacios públicos imaginables, para que ningún acontecimiento pase desapercibido. Sin embargo, por sí solas, ninguna de las dos tecnologías puede detectar o alertar a los primeros intervinientes de sucesos audibles, como el aumento de los conflictos verbales, los disparos o la rotura de cristales. Tampoco puede permitir que el personal de seguridad se comunique con posibles intrusos o los disuada.

Los sistemas de seguridad sólo por vídeo también tienen un largo historial de generación de falsas alarmas, específicamente cuando se trata de seguridad perimetral.

Estas no sólo son extremadamente costosas para el personal de seguridad, que a menudo tiene que pagar multas considerables a causa de las falsas alarmas, sino que también alejan a los socorristas de los verdaderos eventos de alarma. Se calcula que las falsas alarmas cuestan a los departamentos de policía estadounidenses 1.800 millones de dólares y 63.952 horas perdidas al año, según un estudio del Center for Problem-Oriented Policing y Security Sales & Integration, respectivamente. En caso de que se produzca un suceso peligroso, la gente suele oírlo antes de verlo, por lo que el sonido impulsa la respuesta inicial.

El poder del audio para la seguridad

En un esfuerzo por abordar directamente este problema, los responsables de seguridad de los centros sanitarios están desplegando micrófonos basados en IP equipados con análisis de audio avanzados para analizar los patrones de decibelios (dB) de los diferentes eventos de alarma e identificar sonidos como la agresividad en la voz de las personas, los disparos y la rotura de cristales.

En los entornos sanitarios, estos dispositivos pueden detectar tonos de dispositivos médicos, ataques de tos e incluso ronquidos.

En los entornos de seguridad, la información de audio que acompaña al vídeo ofrece a los intervinientes mucha más información para una respuesta a los incidentes más reactiva y mejor informada. También actúan como una herramienta de verificación de segunda fuente, asegurando que cada evento de alarma sea verificado y que todas las notificaciones de alarma sean elevadas a un nivel de prioridad más alto, acortando los tiempos de respuesta y ahorrando recursos. Por ello, el mercado de la tecnología de audio dentro del sector de la seguridad ha experimentado un importante crecimiento. Se calcula que este año las ventas de dispositivos de audio inteligentes ascenderán a 10.000 millones de dólares, según Juniper Research.

En resumen, los micrófonos basados en IP cumplen tres funciones fundamentales para las implantaciones de seguridad sanitaria:

Añadir detalles a los datos de vigilancia tradicionales para mejorar el conocimiento de la situación, la disuasión de la delincuencia y la mitigación de las falsas alarmas.

Proporcionar un aviso anticipado e informado de los eventos de alarma.

Habilitación de la reducción de falsas alarmas.

Potentes beneficios en la sanidad

En cuanto a la salud y la seguridad, las ventajas de la tecnología de supervisión de audio van mucho más allá de la verificación de falsas alarmas. Aunque la mejora del conocimiento de la situación, la eficiencia operativa, la notificación masiva y la minimización de las falsas alarmas son ventajas poderosas para cualquier instalación, el retorno de la inversión para las operaciones sanitarias es aún mayor. En un mundo en el que las máscaras, el distanciamiento social y las enfermedades infecciosas han cambiado aparentemente de forma irrevocable el funcionamiento de los espacios sanitarios, el audio representa una solución fundamental para el seguimiento y la comunicación con los pacientes.

Comunicación a distancia

La integración del audio y el vídeo en los entornos de seguridad ha demostrado su valor muchas veces, especialmente cuando las dos tecnologías se integran en un sistema de gestión de vídeo (VMS). En caso de que suene una alarma perimetral, un VMS aprovechará los análisis para revisar cualquier violación del perímetro y emitir un mensaje de audio apropiado. En otras palabras, una vez que una cámara detecta movimiento en un lugar remoto, el VMS puede enviar una advertencia de “bajada de voz” preevaluada y prealmacenada a los posibles intrusos mediante dispositivos como intercomunicadores, micrófonos con altavoz o monitores exteriores de habla-escucha para notificar a las personas que las autoridades han sido enviadas a su ubicación.

En el caso de los hospitales, esta misma tecnología se ha reimaginado como un método de comunicación bidireccional para las enfermeras y los pacientes que están en cuarentena con una enfermedad altamente infecciosa. La colocación del equipo de protección individual (EPI) para el personal sanitario es una tarea que requiere mucho tiempo, cuando se atiende a pacientes que podrían contagiarles una enfermedad. Cualquier herramienta que les permita comunicarse con un paciente o responder a una alarma no sólo ahorra dinero a las enfermeras, sino que les permite atender a más pacientes en menos tiempo. Para los hospitales cuyas UCIs están al límite de su capacidad, esta funcionalidad es fundamental.

Gracias a la potencia de los dispositivos de audio bidireccionales, el personal puede comunicarse sin problemas con los pacientes con sólo pulsar un botón desde un puesto de enfermería, y los pacientes pueden devolver la comunicación utilizando opciones de respuesta de manos libres. Esos mismos dispositivos de audio también son capaces de utilizar el análisis de audio para analizar los tonos de alarma de los dispositivos médicos, enviando alertas al personal de enfermería cuando algo no está bien, lo que ahorra tiempo, dinero e incluso vidas.

Por ejemplo, las alarmas de salida de la cama del hospital se activan si un paciente con un riesgo elevado de caída intenta abandonar la cama. El coste medio de una caída hospitalaria con lesiones es de aproximadamente 14.056 dólares, según el Centro para la Transformación de la Asistencia Sanitaria de la Comisión Conjunta. Una enfermera que responda a una alerta de este tipo no sólo puede salvar al paciente de un daño, sino también salvar al centro de una posible responsabilidad monetaria.

Violencia en el lugar de trabajo

En lo que respecta al problema de la violencia en el lugar de trabajo, los sistemas de seguridad sanitaria equipados con análisis de monitorización de audio pueden utilizar la tecnología de monitorización de audio colocada estratégicamente en un hospital o clínica para detectar la agresión en la voz de las personas, garantizando que el personal de seguridad en el lugar pueda intervenir e incluso prevenir un caso de violencia en el lugar de trabajo.

Se ha demostrado que esta capacidad reduce los casos de violencia en numerosos sectores. En las escuelas, por ejemplo, la tecnología de monitorización de audio construida para detectar gritos redujo el tiempo de respuesta de los agentes in situ a las peleas en un 75%. En los hospitales, donde el mismo tipo de alarmas puede indicar eventos graves, esta reducción del tiempo de respuesta es vital.

La incorporación de audio también puede proporcionar un contexto crítico cuando se investiga un incidente, extendiendo la tranquilidad a una población de empleados que ha estado demasiado tiempo sin ella. Si se produjera una disputa verbal entre pacientes o una acusación de abuso contra un miembro del personal, la tecnología de monitorización de audio no sólo dilucidaría lo que realmente sucede en el momento, sino que también equiparía e informaría al personal de seguridad para navegar e incluso anticiparse a ese tipo de situaciones en el futuro.

Consejos para la instalación

Cuando se trata de integrar el audio como parte de un sistema de seguridad sanitaria, hay algunas consideraciones que un centro sanitario debe tener en cuenta. La primera es qué tipo de dispositivo tiene más sentido para sus instalaciones.

Altavoces

Los altavoces pueden utilizarse de diversas maneras, tanto para los protocolos de seguridad como para los de salud y seguridad. Desde la disuasión de la delincuencia hasta la comunicación bidireccional mediante altavoces-micrófonos, estas potentes herramientas permiten al personal de seguridad y al personal sanitario realizar su trabajo con eficacia, sin tener que estar en varios lugares a la vez.

Micrófonos

Equipados con análisis de audio, los micrófonos líderes del sector son una de las tecnologías más innovadoras que puede emplear un centro sanitario. Tanto si se utilizan para la verificación de alarmas, la revisión de incidentes, la respuesta en tiempo real o la monitorización de pacientes, son el pan de cada día de la tecnología de audio.

Cajas de llamadas de emergencia

Son los que más directamente se refieren a la legislación aprobada en Massachusetts, ya que los buzones de emergencia permiten a las personas, pacientes o no, alertar al personal médico o de seguridad de una situación mediante un botón de llamada. El personal que supervisa un banco de cámaras recibe una alerta, a través del VMS, y puede oír y ver exactamente lo que está ocurriendo para determinar la respuesta más rápida y adecuada.

Intercomunicadores

La instalación de estos dispositivos tiene más sentido ahora que nunca. Ya sea emitiendo protocolos COVID-19 en las entradas, programando la entrada automática para las entregas y los equipos de limpieza, o integrándose en los sistemas de cámaras de vídeo y control de acceso, estos dispositivos permiten al personal de las instalaciones sanitarias comunicarse con los visitantes, los pacientes y los empleados por igual, todo ello manteniendo los protocolos COVID-19.

A la hora de integrar el audio en las operaciones de los centros sanitarios, también es conveniente asegurarse de instalarlo en los lugares más estratégicos. Los espacios de alto tráfico, como los perímetros, las zonas de espera y las entradas, son los que más sentido tienen para los micrófonos y el análisis de audio, mientras que las habitaciones de los pacientes y los departamentos de alto riesgo son los que más sentido tienen para las comunicaciones bidireccionales y los dispositivos de monitorización de pacientes. A continuación se sugieren colocaciones que añaden eficiencia y valor a las operaciones sanitarias:

  • Habitaciones de pacientes
  • Áreas de recepción
  • Pasillos del hospital
  • Salas de aislamiento
  • Entradas, salidas y zonas restringidas
  • Comunicaciones de los pacientes con imágenes de rayos X
  • Salas de estudio del sueño
  • Salas de tratamiento de quimioterapia
  • Observación virtual de pacientes
  • Áreas de espera

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